¡Vaya semana he tenido! Es difícil explicar este bajón que me tiene agotada, sin ganas de hacer nada y completamente desmotivada. Es como si hubiera perdido el rumbo y no encuentro la brújula para volver al camino. Sin embargo, entre las sombras, hay destellos de luz que me recuerdan que todo tiene su equilibrio, incluso en los días más oscuros.
Trabajar desde casa ha sido un salvavidas en algunos momentos. Me permite tener cierta libertad en la gestión del tiempo y, de vez en cuando, incluso dormir un poquito más. Pero hay ocasiones en las que estar en la oficina se convierte en un refugio. No tener que lidiar con el dilema de pasar el máximo tiempo posible con el bebé para compensar los días lejos de casa es un alivio. Sentarme tranquilamente con un café, compartir la comida con mis colegas y recuperar un poco de mi propia identidad, eso sí que me sienta bien.
Ser madre ha resultado ser mucho más desafiante de lo que había imaginado. Estaba preparada para el agotamiento físico y las noches sin dormir, pero nunca imaginé el desgaste mental que conlleva. Desde preocupaciones sobre la alimentación del bebé hasta noches en vela por pesadillas o la aparición de los primeros dientes son desafíos que aparecen continuamente.
Echo de menos esos días en los que llegaba a casa y me tumbaba en el sofá sin más preocupaciones que elegir una película en HBO. Salir a tomar algo sin tener que pensar en la hora de levantarse al día siguiente. Viajar sin sentir remordimientos. Estos pensamientos rondan mi mente constantemente, y estoy segura de que no soy la única madre que los experimenta.
Pero ¿sabéis qué? La verdad es que todo eso se desvanece cuando el bebé me mira con esos ojos llenos de amor y me regala una sonrisa. Cuando le hago cosquillas y suelta una carcajada. Cuando despierta por la mañana y me busca con su mirada hasta encontrarme. En esos momentos, todo cobra sentido. Me doy cuenta de que estoy haciendo algo bien, de que estoy haciendo feliz a alguien. Y de repente, el cansancio y la desmotivación se desvanecen.
La maternidad es un viaje lleno de altibajos, pero cada sonrisa, cada abrazo, hace que valga la pena. En esos momentos de conexión pura, encuentro la fuerza para seguir adelante, recordando que el equilibrio se encuentra en los pequeños momentos de felicidad que compartimos con nuestros seres queridos.
............................
Para que puedas estar fuerte ante estas situaciones, desde MUT, te recomendamos algunos extractos naturales que te ayudarán a levantar tu ánimo y tu energía. ¡El Passion Elixir es tu aliado perfecto! Con una mezcla de plantas ecológicas, este elixir no solo estimula la libido, sino que también ayuda a combatir el estrés, mejora el rendimiento y fortalece tu sistema inmunológico. ¡Ponte en marcha con fuerza y vitalidad!
Y si lo que buscas es regular tus hormonas y aliviar esos molestos síntomas, el Happy Menstrual Cycle es la solución que necesitas. Regula tu ciclo menstrual y despídete de la irritabilidad, la depresión, la hinchazón, el acné, las molestias mamarias, las jaquecas y otros malestares asociados. ¡Recupera tu equilibrio y bienestar de forma natural!